Geriatría y cuidados paliativos con corazón budista
Amalia murió con 90 años. Me acompañó desde que nací. Nos veíamos en vacaciones; era la cuidadora de mi abuela. Yo deseaba que llegara el verano solo para estar con ella. ¡Cómo disfrutaba de esos veranos tan llenos de sol, aire y amor hacia esa mujer que siempre me quiso de forma incondicional! Con ella […]