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Materialismo espiritual: cómo evitar las trampas del ego


La primera vez que escuché hablar del materialismo espiritual, me quedé perpleja. Yo reservaba la palabra “materialismo” para un contexto que, a mi parecer, nada tenía que ver con una búsqueda espiritual. Sin embargo, al seguir explorando, descubrí una brújula invaluable para distinguir entre una espiritualidad auténtica y las trampas sutiles del ego que busca sentirse especial.

Poco a poco, comprendí algo revelador: podemos abordar prácticas aparentemente espirituales desde la misma mentalidad con la que vivimos lo mundano. Todo depende del enfoque y la motivación que las impulse.

¿Qué tienen en común las compras del Black Friday con cierta búsqueda espiritual? Te invito a reflexionar juntos sobre el tema en este artículo.

Contenidos

  1. El mecanismo del consumismo: ilusión y gratificación inmediata
    1. La ilusión del objeto transformador
    2. El sistema de recompensa y la dopamina
  2. Cuando lo mundano ya no satisface: el giro hacia lo espiritual
    1. Mi propia experiencia
    2. El cambio del traje del ego
    3. Señales del materialismo espiritual
  3. Redefiniendo la felicidad genuina
    1. Cómo relacionarnos sanamente con nuestra práctica
    2. El peligro de transición espiritual
    3. La desilusión necesaria
  4. Más allá del ego: la motivación auténtica
    1. El egocentrismo como raíz del sufrimiento
    2. La bodhichitta: la motivación auténtica
    3. Observaciones honestas y cotidianas

1. El mecanismo del consumismo: ilusión y gratificación inmediata

Hace poco decidí reducir mi dependencia del móvil, así que desinstalé algunas aplicaciones y me propuse usarlo menos, incluso para algo tan simple como mirar la hora. Compré un reloj de pulsera económico y sencillo para este experimento.

El plan debería haber funcionado perfectamente… pero cometí un error aparentemente inocente: comprar por internet. Durante los días siguientes, ¡fui bombardeada con publicidades de relojes! El algoritmo hizo su trabajo y pronto comencé a “necesitar” otro reloj.

Esta experiencia me llevó a reflexionar sobre cómo opera nuestra mente cuando surge el deseo. La compra del primer reloj fue directa: un objeto simple que decía “te doy la hora, nada más.” Pero, ¿de dónde provenía esa inquietud de necesitar otro si el objetivo estaba resuelto?

a. La ilusión del objeto transformador

Hoy en día, rara vez se promociona un objeto simplemente por lo que es. En cambio, se vende la ilusión de que viene acompañado de algo extra que enriquecerá nuestras vidas: pertenencia a un grupo, estatus, éxito, riqueza, felicidad… Es como si compartiéramos una fantasía colectiva en la que ciertas cosas “valen” más por su capacidad de representar lo que anhelamos ser.

b. El sistema de recompensa y la dopamina

Nuestro sistema de recompensa complementa esa ilusión. Este maravilloso cuerpo humano funciona como una fábrica de químicos diseñados para la supervivencia. Cuando comemos tras sentir hambre, la dopamina nos dice “esto se siente bien, ¡repitamos esta experiencia!”.

El problema se magnifica en nuestra sociedad cada vez más sofisticada: nuestro cerebro no distingue entre la dopamina generada por actividades esenciales para la supervivencia y la que producen los “me gusta” de las redes sociales, ya que interpreta estos últimos como señales de afecto y pertenencia. Así, de repente estamos enganchados buscando validación digital como si nuestra vida dependiera de ello.

A este mecanismo de búsqueda de bienestar y rápida retroalimentación lo llamamos gratificación inmediata.

Materialismo espiritual

2. Cuando lo mundano ya no satisface: el giro hacia lo espiritual

El budismo describe ocho preocupaciones mundanas que dominan nuestras vidas (expresadas como cuatro pares de opuestos):

  • buscar el placer y evitar el dolor
  • ganar fama y evitar el anonimato
  • buscar la alabanza y evitar la crítica
  • obtener ganancia y evitar pérdidas

Para algunos, esta búsqueda se agota en algún punto del camino cuando nos damos cuenta de que conseguir estos objetivos no garantiza la felicidad completa.

Desilusionados del mecanismo frenético y superficial de obtener bienestar, nos damos cuenta de que esto jamás será suficiente ni sostenible. Entonces nos volcamos hacia lo que llamamos “espiritualidad”.

En el mundo hipercomunicado de hoy, es más fácil que nunca acceder a todo tipo de prácticas y filosofías espirituales. Las vemos como faros de esperanza para por fin vivir una vida satisfactoria.

Es precisamente en este punto donde el camino puede torcerse incluso antes de comenzar. Esto sucede cuando seguimos acarreando la expectativa de conseguir algo externo y concreto. Buscamos algo que pueda llevarnos rápida y definitivamente a una plenitud absoluta e inmutable.

a. Mi propia experiencia

Mi desilusión con las estrategias convencionales de felicidad ocurrió desde joven. Exploré casi todo: yoga, reiki, chi kung, registros akáshicos, tarot, astrología, temazcales… A los veinte años tenía una colección impresionante de teorías, prácticas y estilos de vida que, según yo, iban a acercarme a “mi esencia” y me harían finalmente feliz.

La decepción vino después. Mis problemas de raíz seguían ahí: tensión familiar, sensación de no pertenecer, falta de disciplina, mente ansiosa, egocentrismo y un vacío interior que nada parecía llenar.

¿Estaban mal todas esas filosofías y prácticas? No exactamente. El mayor problema era mi enfoque: me había aproximado a ese vasto conocimiento como queriendo coleccionar experiencias y teorías que sumaran cuantitativamente hasta alcanzar una meta imaginaria de sabiduría y plenitud.

b. El cambio del traje del ego

Había sucedido algo que ahora entiendo mejor: había trasladado la esencia del consumismo al terreno espiritual. Ya no compraba ropa de moda ni ambicionaba autos de lujo, pero devoraba con avidez la próxima tendencia espiritual. Mi ego se cambió de ropa, dejó los jeans y las zapatillas caras por un traje espiritual.

Ese “cambio de traje” es lo que conocemos como materialismo espiritual: el ego encuentra una forma de seguir validándose y destacándose, pero ahora utilizando los medios “espirituales y elevados” en lugar de los convencionales.

c. Señales del materialismo espiritual

Una enseñanza del Venerable Khenpo Rinchen Gyaltsen me ofreció pistas valiosas sobre la forma en que el ego redirige el enfoque mundano hacia la práctica espiritual cuando se manifiesta en nosotros:

  • Desprecio hacia practicantes novatos (o no practicantes)
  • Competencia hacia quienes consideramos nuestros iguales
  • Envidia hacia quienes vemos más avanzados

Otra señal es la arrogancia sutil:

  • Aburrimiento con enseñanzas que consideramos “básicas”
  • Deseo de recibir enseñanzas “avanzadas” o “interesantes”

Esto ocurre cuando se agota la sensación de novedad. Se dice que terminó la luna de miel con nuestra práctica.

Es entonces, al volvernos conscientes de que fácilmente podríamos distraernos con la próxima novedad, que surge la oportunidad de distinguir lo verdaderamente beneficioso y de desarrollar una disciplina auténtica.

3. Redefiniendo la felicidad genuina

En este punto es crucial evitar la autoflagelación. No somos malas personas ni malos practicantes por haber abordado el Dharma desde el materialismo espiritual. Lo verdaderamente valioso es tomar conciencia de ese mecanismo en el que el ego busca validarse y llenar el vacío existencial.

a. Cómo relacionarnos sanamente con nuestra práctica

Los maestros enfatizan la importancia de mantenernos alerta sobre nuestras intenciones, junto con una reflexión profunda sobre nuestro concepto de felicidad.

A menudo confundimos ser felices con un estado inalterable de alegría o placer. Esta imagen mental de felicidad se convierte en la zanahoria detrás de la cual vamos caminando como caballos de carga, creyendo que la felicidad es una meta concreta a la que llegaremos después de recorrer determinados kilómetros.

b. El peligro de transición espiritual

Con ese propósito, buscamos filosofías, enseñanzas o maestros que ofrezcan garantías, como si fuera un contrato: “me comprometo a seguir esto o aquello porque me ofrece la seguridad de llegar a mi concepto de felicidad”.

Aquí la reflexión sobre esa meta se vuelve crucial. En la medida que nos aproximemos a la práctica buscando resultados inmediatos y garantizados,  corremos el riesgo de convertir nuestro desarrollo espiritual en una transacción comercial.

c. La desilusión necesaria

Será difícil vislumbrar el infinito valor del Dharma a menos que hayamos llegado por nosotros mismos a una desilusión de la propuesta samsárica de bienestar. Necesitamos estar genuinamente convencidos de redefinir lo que significa la plenitud a partir de un proceso honesto de observación e introspección.

Mientras alberguemos la esperanza de conseguir felicidad auténtica a través de medios mundanos, nuestro camino de despertar espiritual sufrirá carencias que tarde o temprano nos sabotearán.

Más allá del ego

4. Más allá del ego: la motivación auténtica

En algún punto de mi camino me encontré con esta cita de Shantideva que me sorprendió profundamente:

Toda la felicidad de este mundo
viene de desear la felicidad para los demás.
Todo el sufrimiento de este mundo
viene de desear la propia felicidad.
La Práctica del Bodhisatva (Capítulo 8, Estrofa 129)

a. El egocentrismo como raíz del sufrimiento

Es precisamente el egocentrismo lo que causa tanto sufrimiento. Al considerar nuestro bienestar de forma exagerada y querer imponerlo a costa de todo, sólo nos llenamos de ansiedad por tener más y de miedo a perder lo conseguido.

Deshacer el nudo del egocentrismo ayuda a liberar la mente —nuestro mejor instrumento— y situarla más allá del ego y de la gratificación inmediata. La invitación es clara: liberarnos de nuestros temores, paranoias y visiones estrechas. En su lugar, podemos cultivar un corazón radiante que desarrolle amor genuino por los demás y que trascienda los límites del beneficio personal.

b. La bodhichitta: la motivación auténtica

Si a través del estudio apreciamos la importancia y nobleza de la bodhichitta —el deseo de despertar para beneficiar a todos los seres—, iremos correctamente encaminados. Tocará entonces llevar al corazón y a la experiencia lo que el intelecto ya comprende. La reflexión constante puede crear el puente que nos permita salvar esa distancia.

c. Observaciones honestas y cotidianas

A veces damos por sentada nuestra motivación, por lo que conviene observar y actualizar diariamente nuestras intenciones y prioridades, sospechando de toda actividad que fortalezca nuestro egocentrismo. No se trata de convertirnos en jueces implacables, sino de realizar una observación honesta y paciente de nosotros mismos.

 


Reflexión

¿Por qué practicamos realmente?

¿Cómo nos aseguramos de que no estamos “persiguiendo la zanahoria”?

¿Podemos ser espirituales y al mismo tiempo perseguir placer, reconocimiento, amor, y ganancias?

La práctica auténtica del Dharma no consiste en eliminar completamente estas tendencias humanas naturales, sino en reconocerlas con honestidad y gradualmente transformar nuestra motivación en algo más vasto y beneficioso para todos.

El materialismo espiritual no es una falla moral, sino una etapa natural en el camino. Reconocerlo es el primer paso para trascenderlo y encontrar una práctica genuina que nutra tanto nuestro despertar como el de todos los seres.

¡Me encantaría leer en los comentarios tus experiencias y reflexiones sobre este tema!

 


Bibliografía

Khyentse, Dzongsar Jamyang. 2012. No para ser feliz. Una guía a las llamadas prácticas preliminares, Boston: Shambhala Publications.

Paramita. Desata tu Potencial en 4 Claves | Lama Rinchen Gyaltsen [Sesión 1], Video de YouTube, minuto 56:00. 2 de marzo de 2024.

Paramita. 37 Prácticas: (4) Aprende a soltar metas mundanas: Lama Rinchen Gyaltsen, Video de YouTube, minutos 1:05-1:13. 27 de marzo de 2021.

Shambhala en español. Materialismo espiritual – Chögyam Trungpa Rimpoché, YouTube video, 27 de abril de 2012.

Trungpa, Chögyam. 1998. Más allá del materialismo espiritual, Boston: Shambhala Publications.


 

Imagen de Adriana María Sánchez Navarrete

Adriana María Sánchez Navarrete

Gestora de educación continua y vinculación universitaria. Instructora de Hatha Yoga. Apasionada de las letras. Practicante del Dharma.

17 respuestas

  1. Una síntesis clrificadora
    La confusión tan grande de la que partimos, creyendo q el Dharma es como el resto de las búsquedas mundanas , nos agota .Mi ego lo quería( y aún quiere) todo: metas mundanas y dharmicas y el lío era monumental, voy poco a poco deshaciéndose.
    MUCHAS GRACIAS

  2. @María José Ortiza, ¡gracias a ti por leer! Nos acompañamos en ese proceso en el que todos estamos inmersos, poco a poco ganando en reflexión y aprendizaje, ¡un abrazo!

  3. Adriana GRACIAS por la sencillez en tu explicación y al mismo tiempo la profundidad de los conceptos. Excelente revisión.

  4. @Yolanda Elizabeth Rodríguez Galván ¡Gracias a ti por leer! Me da tanta alegría compartir con la sangha, un abrazo 🙂

  5. Muchas gracias por tu maravilloso artículo. Me resulta muy útil que me obliguen a reflexionar y observar mi motivación sin autoengaños. El egocentrismo conoce todos los caminos para colarse en nuestra práctica e incluso justificarse. Es terrible, pero conoce las enseñanzas igual que nosotros, y hará lo imposible para sobrevivir, incluso meditar y estudiar con nosotros. Necesitamos mucha humildad y no dejar de cultivar la compasión!!!

  6. Adriana, MUCHAS GRACIAS por la claridad en tu compartir. Alcanzo a distinguir dentro de todas mis inquietudes y búsquedas, esa confusión interna, que desde lo profundo valoro mucho porque me trajo hasta aquí: al estudio, la reflexión y poco a poco a ir integrando las enseñanzas del Dharma. ¡¡ Bendiciones!!

  7. @Pablo gracias a ti Pablo por leer, y creo que diste al clavo con lo que mencionas: ¡humildad y compasión!

  8. @Carmen me da mucho gusto que el artículo sea útil en tu camino, nos vamos acompañando en esta integración auténtica del Dharma en nuestras vidas, ¡abrazos!

  9. Gracias Adri por tan bello recorrido de experiencia y reflexión.
    En mi caso he llegado a lugares espirituales, donde sobresalen los egos, manipulación y control, donde se promete el único camino de realización. Me he alejado de ellos, cabe mencionar que esas experiencias me han acercado a una búsqueda interna de mayor conexión.
    Saludos y bendiciones!!!

  10. Muchas gracias, Adriana, me ha ayudado muchísimo a reflexionar tu artículo. Salir del autoengaño es muy difícil, pero cuando lo logras es muy liberador. Como tú bien dices, es parte del camino…

  11. @Luz Lucario ¡Gracias a ti por leer! Saber aprovechar las experiencias para nuestro beneficio y el de los demás, es lo mejor, ¡un abrazo!

  12. @Carmen Me alegra mucho que el artículo te haya resultado útil en tu reflexión, un abrazo y gracias por leer.

  13. Muchas gracias Adriana por compartir la experiencia e invitarnos a explorar nuestras motivaciones. En mi caso reconozco que empezaba a sentirme reconfortado cuando ilusoriamente me posicionaba en un estado moral superior al de otras personas gracias a la práctica del Dharma en mi vida diaria. Afortunadamente fue una etapa superada, pero descubres cuán sencillo es caer en la trampa del ego ligado a la práctica espiritual. Fue crucial poner en práctica la atención vigilante aprendida de nuestro maestro Venerable Kempo Rinchen Gyaltesen. Espero volver a leerte pronto. Saludos.

  14. Este post me hizo reflexionar sobre cómo distinguir cuando estoy compartiendo a otra persona cómo me ha ayudado la práctica de meditación y alejarme del materialismo espiritual o si solo he tratado de poner mi punto de vista como más importante y desde mi ego de superioridad.

  15. @Agustín Muchas gracias a ti por compartir tu propia experiencia, que es tan valiosa y que estoy segura que es común a muchos practicantes. Te mando un caluroso saludo.

  16. @marianamorales394 Gracias por compartir tu experiencia, ¡me alegra mucho que el artículo te haya sido útil!

  17. Hola Adriana , gracias por compartir, muy interesante y de mucha ayuda lo escrito.

    Es complicado llegar a las enseñanzas genuinas del Dharma (existen demasiadas enseñanzas en la actualidad), desde mayo 24, que vi un video del venerable khenpo Rinchen, se me hizo muy interesante y practico.

    Ese video fue la semilla para seguir viendo sus videos y cursos.

    Mis respeto y admiración al venerable Khenpo Rinchen.

    Que buenos que también sigues las enseñanzas del DHARMA de la tradición SAKYA.

    Saludos desde Mexico.

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